Duke Ellington

Texto y selección: Manuel Recio

No hay dudas, Duke Ellington es uno de los más grandes del jazz. Pero lo es, no solo por su innovación sonora o su innovación estilística en los arreglos de orquesta, sino por su profusión compositiva. Duke creó algunas de las piezas más memorables de la historia del jazz que esta semana recordamos con esta lista que incluye versiones menos conocidas de sus grandes clásicos.

Cuando Edward Keneddy Ellington empezó a ir a tocar el piano que había en el salón de su casa natal en Washington jamás pudo imaginar que esas titubeantes notas iniciales le convertirían en el mayor arreglista y compositor de la historia del jazz.

Duke Ellington dotó a su orquesta de un sonido único, irrepetible. Las distintas secciones parecían establecer entre sí un sublime diálogo. Los saxofones gritaban, los viento-madera aullaban, las trompetas gruñían y los trombones retumbaban. Ninguna orquesta del jazz sonó igual, con esa personalidad, con esa brillantez.

Pero además Ellington procuraba a sus músicos las mejores melodías y armonías. Clásicos como «Take de A Train», «Caravan», «Satin Doll» o «Sophisticated Lady» han inundado (y lo siguen) haciendo los repertorios de jazzistas de todo el mundo.

Ellington era también un virtuoso pianista, por eso en esta lista incluimos alguna de sus suites o intros a temas conocidos donde despliega su ágil juego de manos. «Esto no es un piano, esto es un sueño», dijo en una de sus entrevista. Soñemos, pues, con la onírica música de Duke Ellington.

 

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